
La Gran Misión Vivienda Venezuela es la política impulsada por el Comandante Chávez para garantizar el derecho a la vivienda. Desde el primer momento ha contado con su primordial elemento: la organización del pueblo en las Asambleas de Viviendo Venezolano, conocidas también por sus siglas AVV. Junto a los demás vértices de la misión (Financiamiento, Terreno, Ejecución, Insumo), el vértice Pueblo ha sido la garantía para la construcción de millones de viviendas.
La organización en las AVV ha permitido la participación de las familias en la ejecución de sus viviendas recuperando suelo y terrenos ociosos que no cumplen su función social, realizando contraloría social, inspección popular, formación en el área de la construcción y en muchos casos participando directamente en la ejecución en las obras por autoconstrucción y en autogestión. Es un gran movimiento nacional, con consciencia de clase que ha superado la visión del viviendismo y que ha tomado la bandera por la vivienda digna como su trinchera de lucha para hacer revolución.

Las Asambleas de Viviendo Venezolano reconocen la situación del bloqueo que ha estancado y retrasado los procesos constructivos de sus vivienda, ello considerando que la GMVV se sostiene del rentismo que produce la industria petrolera, pero también han expresado que bajo la actual situación económica no se ha aprovechado en su totalidad su capacidad como pueblo constructor. En muchos casos el tiempo transcurre sin avances en gestiones legales, jurídicas y administrativas, en transmisión de terrenos, en la asignación de materiales para la construcción y principalmente en la asignación y transferencia de medios de producción y maquinarias. Las AVV se vienen encontrando, reorganizando y articulando para avanzar en el registro de las AVV, para realizar los proyectos en corresponsabilidad con las instituciones, para sincerar los recursos en la ejecución de obras, para contribuir en la organización de la mano de obra ya sea en procesos de autoconstrucción o autogestionarios y para impulsar la cesión de medios de producción.
Para algunos sería imposible avanzar en la actual situación económica, pero como pueblo hemos demostrado que organizados y con voluntad política es posible. Fortalecer sin excusas la capacidad de las AVV es la garantía de sostener la GMVV y de cumplir con las metas establecidas a nivel nacional. No es con los privados que en la actual situación vamos a cumplir la meta; si las barriadas venezolanas fueron construidas por la misma gente sin apoyo financiero ni de materiales, imaginemos que pueden hacer las AVV transfiriéndoles de forma organizada y planificada maquinarias y materiales.
Nuestros sueños y esperanzas por la vivienda digna no la acaban ni el bloqueo ni la tardía respuesta. La conciencia revolucionaria de las AVV están expresadas en las conclusiones del II Congreso de Viviendo Venezolanos y en el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo en su capítulo Hábitat y Vivienda.
¡Por el derecho a la vivienda y el hábitat luchemos en fortalecer y potenciar las capacidades de las Asambleas de Viviendo Venezolano!.

